Ante la aprobación de la Ley de Amnistía…

Aixeca’t-levántate asociación comprometida con las libertades cívicas, con la preservación del Estado de Derecho y con la Constitución de 1978, consciente del sentido de responsabilidad hacia España y su futuro, quiere hacer llegar a todos sus socios su condena a la reciente aprobación de la Ley de Amnistía . Sabemos que la condena por sí sola representa muy poco y por esto mismo nos comprometemos a ejercer una ciudadanía activa que emprenda acciones y actuaciones contra una ley fruto del capricho y los intereses creados de políticos y nacionalistas xenófobos. Evidentemente, nuestras acciones se ceñirán al marco de la legalidad.

Desde estas líneas apelamos a la conciencia de todos los socios de la Asociación para que aporten sus ideas y conocimientos en prejuicio de una ley que es impropia de un país democrático. Todo ciudadano español sabe que la Ley de Amnistía, lejos de fortalecer nuestra democracia, amenaza con socavar los principios fundamentales que nos han guiado desde la Transición.

La aprobación de la Ley nos retrotrae a episodios de nuestra historia que fueron igualmente vergonzosos. Nos referimos a las palabras que el Rey Fernando VII pronunció en 1820 en un momento crítico de nuestra historia: «Marchemos francamente y yo el primero, por la senda constitucional». Hoy, estas palabras resuenan con más fuerza que nunca y por eso mismo nos comprometamos a defender nuestra Constitución y el Estado de Derecho recelando y combatiendo con la palabra a los que por intereses políticos mienten sistemáticamente al pueblo soberano para lucrarse política y económicamente. Lamentablemente, observamos cómo el Presidente del Gobierno, D. Pedro Sánchez Castejón, parece haber repetido las mismas palabras, las mismas acciones (trasladadas a la realidad actual) que Fernando VII.

Este paralelismo entre el Presidente del Gobierno y Fernando VII nos hace reflexionar sobre el verdadero objetivo que la aprobación de la Ley de Amnistía esconde. Lo tristemente cierto es que su aprobación nos conduce al retroceso en nuestras libertades y derechos conquistados.

En 1823 Fernando Vii perpetró un golpe de Estado, igual que Pedro Sánchez, ha permitido que triunfara uno, el del proceso secesionista de Cataluña y se ha posicionado como esbirro de una conspiración que materializa la desigualdad entre españoles. Ha entregado España a los más abyectos y obscenos intereses políticos para quebrar el derecho de igualdad de los españoles y seguir ejerciendo de sátrapa.
Cierto es, no nos extraña el parecido entre Pedro Sánchez y “El Deseado” Fernando VII. Pedro se siente deseado y anhelado por un cortejo al que realmente ignora.
Afortunadamente, España cuenta en la actualidad con una monarquía que nada tiene que ver con la del Deseado. Una Monarquía estandarte de los valores democráticos y conocedora de que cuenta con nuestro sincero compromiso.

Aixeca’t-Levántate